lunes, 8 de agosto de 2011

Así es.

Abro y cierro el libro, lo vuelvo a abrir, comienzo a leer la primera frase seguida de la segunda y nada, no me concentro, no logro entender lo que leo, mi cabeza está en otra cosa.
Sólo me mantengo en silencio, me pongo los auriculares y sólo me apetece escuchar música, no hablar con nadie.

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