¿Recuerdas
cuando eras pequeño y el mundo estaba lleno de posibilidades?
Levantabas la cabeza,ilusionado, hacia el cielo,en sus últimos
rallos de luz del día,y buscabas la primera estrella.
No
me refiero a la estrella más brillante,ni ala mejor, me refiero a la
primera. Esa única estrella que ilumina la caída del atardecer.
Esas veces en la que miras al cielo,después de un atardecer y ves una estrella, y te aseguras de que es la primera, la miras intensamente,e incluso te sientes avergonzado por tener fe a ese astro.
Esas veces en la que miras al cielo,después de un atardecer y ves una estrella, y te aseguras de que es la primera, la miras intensamente,e incluso te sientes avergonzado por tener fe a ese astro.
Y
algo en tu cabeza te dice:'Recuerda,
ya sabes cómo hacer que un deseo se vuelva realidad'.
Y
dices las 'palabras mágicas' :"luz
de estrella, resplandor de estrella, la primera estrella que vea esta
noche, me gustaría desear, podría desear, tener el deseo que desee
esta noche".
Cierras
tus ojos muy bien tan pronto como termines y lleno de entusiasmo,en
silencio, pides ese deseo tan rápido como puedas,creyendo que así
se te cumplirá seguro.
Hoy,
me di cuenta de que eres como esa primera ilusión,eres como la
primera estrella de la noche, sí. Como ver algo positivo en ese
bóveda imaginaria tan oscura a la que llamamos cielo.
Esa
que todo el mundo busca, y que todos no la logran encontrar a tiempo.
Y
que cuando la encuentras,sabes que tu deseo está en la lista de
pedidos, y que la encontrarás.Y que yo, con suerte,la he encontrado.
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